Las 27 frases sobre la amistad:
Aquellos que dispersan sus amistades son generalmente los menos capaces de una amistad sólida.
Amar a los amigos porque tienen cualidades es fácil; lo que se necesita es saber amarlos a pesar de sus faltas.
Debería ser el primer deber entre amigos decirse la verdad. Desafortunadamente, a pocas personas les gusta decirlo, menos aún les gusta escucharlo. Es así como se pierde el mayor beneficio que se puede sacar de la amistad.
La verdadera amistad, la amistad que actúa y se revela a través de los efectos, consiste en seguir el mismo camino en la vida; que mi amigo favorezca mis designios y yo los suyos, que caminemos juntos sin desviarnos, cualquiera que sea nuestra forma de pensar y de vivir.
La amistad nace de la simpatía de los caracteres, de la semejanza de los gustos, de la armonía de las opiniones; la amistad rara vez proviene de cuentas de interés debidamente saldadas. Sin embargo, la estima recíproca no perjudica esto.
La amistad, cuando se siente bien, es de todos los goces del corazón el más precioso y el más delicado. Es una simpatía amable que nos lleva el uno hacia el otro por una inclinación suave y natural. Esta pasión (porque para los buenos corazones es una), exenta de las penas del amor, conserva siempre los encantos del amor naciente. Es la compañera de la inocencia, el sostén de la razón, el sostén de la vida y el primer alimento del corazón. La leche revive un cuerpo agotado; la amistad sola revive un corazón lánguido.
Un carácter vinculante y fácil, una conversación dulce, son los primeros condimentos de la amistad. Un estado de ánimo triste y severo tiene cierta gravedad, pero la amistad requiere más tranquilidad y libertad, dulzura e indulgencia.
La amistad debe nacer de la simpatía y no de un frío cálculo de combinaciones egoístas.
La amistad es familiar y quiere sonreír y animar; va a los rostros radiantes, a los corazones abiertos y se niega a las almas melancólicas y retraídas.
La amistad es más dulce y más agradable que el amor, es como esos vinos añejos que halagan más deliciosamente el gusto.
No podemos llegar lejos en la amistad si no estamos dispuestos a perdonarnos a nosotros mismos nuestras pequeñas faltas.
Las amistades saludables son aquellas que estimulan, que animan, que aumentan nuestra vitalidad, que despiertan en nosotros la chispa, el brío, el coraje, que nos hacen más fuertes y mejores.
La amistad mejora los días malos, encanta los problemas y evita las trampas del corto pero peligroso viaje por la vida.
Disfrutamos en la amistad lo que es más dulce en el amor, el placer de la confianza, el encanto de exponer el alma al amigo, de leer su corazón, de verlo descubierto, de mostrar las propias debilidades, porque en la verdadera amistad hay que pensar en voz alta delante de tu amigo.
La esencia de la amistad es la integridad, la sinceridad y la confianza.
La amistad es un bien tan grande que un verdadero amigo es un tesoro invaluable.
Tener amistad con alguien es reconocer en él una cualidad, una virtud, que es bastante evidente pero que los demás no aprecian, por indiferencia o por hostilidad.
De todas las bendiciones que uno puede disfrutar en este mundo, la amistad es la más dulce.
La amistad no es menos preciosa en los días soleados que en los tormentosos.
Amistad ! como se abusa de tu sagrado nombre para encubrir desórdenes vergonzosos, para ennoblecer lazos frívolos formados por la ociosidad, incapaz de soportar las pruebas de la ausencia y la desgracia, de los lazos de las circunstancias que un soplo destruye, que nada reemplaza!
En la amistad, todos los pensamientos, todos los deseos, todas las expectativas surgen y se comparten sin palabras.
La amistad es la alianza de dos naturalezas formidables que se contemplan.
La amistad duplica la alegría y reduce a la mitad el dolor.
La amistad es un tesoro para quien sabe recibirla y ofrecerla, no cambiarla, alquilarla o negociarla.
Noble y tierna amistad, te canto en mis versos. Del peso de tantos males sembrados en el universo, por tu cuidado consolador, eres tú quien nos alivia, tesoro de todos los lugares, felicidad de todos los tiempos.
La amistad es el más preciado de todos los bienes, no tiene equivalente.
La amistad necesita ayuda: perece por falta de cuidado, confianza y complacencia.