Los 37 pensamientos y citas sobre antipático:
Cuando una persona es antipática contigo, te vuelves infiel a tus convicciones, solo para contradecirlas.
Estoy desanimado hasta la médula, no de esto o aquello, sino de la vida misma, porque es un tren de guerra y la guerra me es antipática; porque es una mortificación diaria y esta mortificación me irrita, porque es el descubrimiento diario de cosas dolorosas, y estos descubrimientos me angustian. Lo peor es no sentir esperanza, ni coraje, ni resorte.
Mi canal me molesta. Pero siento una especie de antipatía por luchar contra los problemas, por reparar, por remediar, por desear y por luchar. Me volví inerte, paciente y pasivo, prefiriendo la contemplación a la acción y pensando en querer. En cuanto a mí, nunca espero lo peor, y ni siquiera imagino poder prevenirlo.
Me parece que la antipatía es de la naturaleza de las campanas que no pueden sonar a menos que se pongan en movimiento o se golpeen. Pocas enemistades hay donde toda la culpa es de un lado, sin que el otro haya aportado al menos algo.
Nada me es más antipático que el orgullo y la vanidad; esos pequeños espíritus que se elevan por encima de todas las cosas de este mundo.
Desafortunadamente, partidos como individuos en este mundo están más de acuerdo por una antipatía común que por una simpatía recíproca.
La vida en el campo es tanto más favorable a la salud cuanto que da descanso al espíritu liberándonos de las cosas y de las personas que no nos simpatizan.
He venido a no colocar en el primer rango de mis antipatías a las personas notoriamente malas, vienen sólo después de las personas débiles y sin carácter determinado.
Solo nos molestamos en odiar a las personas que tienen alma o carácter. Y la antipatía se convierte en furor después de haber notado que el carácter, por mucho esfuerzo que hagamos, por mucho sermón que le dirijamos, no cambia, que conserva sus insoportables particularidades y que el alma está tan enterrada en el ser que es imposible sacarlo
Para durar en un periódico, tienes que mostrarte lo menos posible, enviar tus artículos por correo. Así los compañeros no te conocen, o apenas te conocen, y tu carácter, con su rudeza, no les inspira antipatía.
Uno es antipático con todos aquellos a quienes desaprueba in petto. Sería sabio hacerse temer por aquellos a quienes uno no puede obligarse a amar.
Es difícil detenerse en un juicio definitivo sobre un hombre que ha provocado y autorizado todas las antipatías, y cuya vida desmiente los principios, cuyo lema y talento se contradicen.
Me toma una especie de antipatía momentánea por las personas que aprecio cuando no puedo ofrecerles nada.
A menudo tenemos mucha antipatía por los que amamos y un fondo de desprecio por los que valoramos.
Es dulce volver de una aversión como un viaje aburrido.
¡Con ingenio como uno puede ser desagradable y hacer que uno se estremezca de antipatía!
Tan antipático es pensar con ciertas personas como dejarse besar por ciertos labios.
Una mujer que no le teme a nada es tan antipática como un hombre que le teme a todo.
Una antipatía común nos une casi tanto como una simpatía compartida.
¿Es más fácil vencer una antipatía que dominar una simpatía?
La familia, los amigos, las relaciones, eso no significa mucho para mí, como tampoco la simpatía o la antipatía que uno pueda tenerme. No creo que nadie pueda jactarse con razón de tenerme como amigo. No lo haré mal, pero tampoco estoy dispuesto a dedicarme nunca.
Incluso Francia se ha vuelto francófoba. Se hundió en la antipatía universal.
El recién llegado es tan comprensivo como la máscara mortuoria de Mahatma Gandhi.
Ella es muy desagradable, pero tomada al estilo perrito, no importa.
La antipatía es como el amor, implica cierta reciprocidad.
Nuestras simpatías y nuestras antipatías son menos individuales de lo que pensamos. La mayoría de las veces se deben al hecho de que la especie moral de quienes las inspiran es similar o contraria a la nuestra.
Lo que exige el mayor esfuerzo de nosotros no es lo que es antipático a nuestra naturaleza, sino lo que frustra nuestra pasión.
Dos almas, para unirse, suelen estar mal emparejadas; el amor pierde su poder en las antipatías.
Solo juzgo por sus acciones a aquellos por los que siento aversión.
Se juzga mejor a un hombre por sus admiraciones que por sus antipatías.
El Ego es déspota por naturaleza, sólo se siente a gusto si tiraniza, y en consecuencia sólo ataca voluntariamente a los seres sintientes, ya los seres libres; le gusta hacerlos retroceder para doblegarlos bajo su látigo. Lo que le es antipático es la independencia de su prójimo.
Lo que me resulta antipático es la vida vulgar tejida con prejuicios, pasiones, intereses a la vez egoístas y ardientes, estrechos y resolutivos. Lo que me resulta insoportable es actuar en mi nombre y por mí mismo.
¡La apatía es la muerte del corazón, la antipatía es preferible a ella!
Buscamos y encontramos siempre motivos de nuestras antipatías que nos permitan satisfacerlas en conciencia.
El odio que nos persigue quizás ofende menos nuestro corazón que la antipatía que nos huye.
Dice el diccionario que la antipatía pertenece al género femenino.
Antipatía: Sentirse inspirado por un amigo de un amigo.